Rezension zu:

STREMINGER, GERHARD. David Hume. Sein Leben und sein Werk.
2. unveränderte Aufl. Edit.: Ferdinand Schöningh, Paderborn 1994
pp. 715, cm. 24 x 16. ISBN 3-506-78851-5.

Actualidad Bibliográfica, Barcelona, Nr. 64 vom Juli-Dez. 1995

No es nada normal que una voluminosa obra de filosofía vea, a los pocos meses de su publicación, una segunda edición, signo inequívoco del valor de la misma. Su autor, profesor de filosofía en la Universidad austríaca de Graz, ha dedicado más de diez años a la investigación del filósofo escocés y el resultado es esta magistral biografía de HUME, en la que no se le escapa ningún detalle de su vida y su obra. No es exagerado afirmar que será por muchos años la obligada obra de referencia, siempre que se trate de HUME. La narración va entrelazando la vida del filósofo y las obras escritas en cada época de la misma. El autor nos presenta al filósofo escocés como un predecesor de la filosofía moderna, que no podía sufrir que la vida y el pensamiento fueran cada uno por caminos distintos. Los primeros años de su vida transcurrieron bajo el influjo oprimente del calvinismo. Se le inculcan sentimientos de culpabilidad, un temor de Dios extremo, una angustia oprimente de la propia culpabilidad. El espíritu calvinista pesaba sobre la ciudad llegando a tales extremos, como por ejemplo, a considerar al arte como lujo pecaminoso. HUME se liberó pronto de esta religión oprimente y deshumanizante, a la que no veía ninguna justificación racional. Se dedica a estudiar filosofía en contra de la voluntad de su familia, que quería que estudiara abogacía. Después de su estancia en Bristol y Londres, se traslada a Francia. Escribe en el pueblo de Anjou su gran obra Treatise of Human Nature. El autor analiza muy bien todo el contenido de esta obra. Llamó la atención de este tratado sobre todo el análisis que hace HUME de la causalidad. No la considera ninguna propiedad del mundo objetivo, sino que se trata de una proyección del sujeto, un añadido a la realidad. Los hombres se han acostumbrado a interpretar la sucesión de dos acontecimientos como causa y efecto. HUME desconfiaba de la razón y consideraba a la metafísica como una expresión de la superstición. Valoraba, en cambio, la experiencia, la costumbre y la fantasía. También desconcertó no poco el análisis que hace del yo. Para HUME éste no es nada más que un conjunto de percepciones que se van sucedido ininterrumpidamente en la conciencia del sujeto sin que exista ninguna sustancia permanente, lo cual suponía que en modo alguno podía hablarse de alma humana, tal como lo entendía la filosofía tradicional y la religión. En su concepción, la unidad e identidad del yo la configuramos nosotros mismos, sin que existan en la realidad. Al no tener el yo, el alma en el lenguaje tradicional, ninguna sustancia, no puede decirse que perdure después de la muerte, de ahí que ésta sea irrelevante. Para HUME las dos éticas que han regulado hasta el presente la vida, la del calvinismo y la de la estoa, no tienen ya ninguna consistencia. Su filosofía moral se basa en la ciencia empírica, que se halla más cerca de la realidad y hace más justicia a la misma. Su moral arraiga en el hombre, no en Dios. En él las virtudes sociales son más valoradas que todas las demás. Atribuye una gran libertad al hombre. Piensa que las obligaciones morales han de cumplirse por sí mismas, no porque estén mandadas por una instancia ajena al hombre. HUME adquirió gran maestría en el género literario del ensayo político y filosófico, que se acomodaba a su manera de entender la filosofía. Con sus ensayos, disertaciones y discursos contribuyó no poco al establecimiento de un sistema de valores liberal en la Gran Bretaña. Otra obra importante que analiza el autor es su estudio acerca de la psicología de la religión: The Natural History of Religion. Se convirtió en uno de los textos más discutidos de HUME y el que más enemigos le suscitó. En la obra presenta a la religión como el adversario más peligroso para la moral. Como puede suponerse, afirmaciones de esté calibre le acarrearon la oposición más decidida-y persistente de los creyentes ortodoxos, que hicieron fracasar en no pocas ocasiones su carrera académica, cuya oposición fue -de tal magnitud que no cesó, al parecer, ni con la muerte de HUME, ya que sus amigos tuvieron que velar durante algún tiempo su tumba, porque temían que pudiera ser profanada. Un gran éxito editorial lo tuvieron sus volúmenes sobre la History of England, que han visto más de cien ediciones sólo en la lengua original. El penúltimo capítulo está dedicado a su muerte y el último a su crítica-de la religión. HUME no secularizó, como hicieron otros filósofos, las representaciones de la fe tradicional provenientes de la religión, introduciéndolas una vez secularizadas en la historia. No podemos menos de felicitar al autor por esta obra magnífica en todos sus aspectos, tanto por lo que se refiere a la vida de HUME como a su pensamiento filosófico. Una obra que valdría la pena traducir al castellano.

J. Boada